Ayer totalmente de casualidad me encontraba en la facultad y al ver una publicidad del Ciclo de cine del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas, ingrese al Aula Virtual para observar la pelicula que se proyectaba.
La pelicula tenia varias particularidades para mi , una de ellas que fue creada en blanco y negro(era una pelicula realizada varios años atras, precisamente en 1940, y por lo general no habia visto peliculas tan antiguas), otra el actor
Charles Chaplin que si bien sabia quien era no lo habia visto actuando en ninguna pelicula.
No soy critico de cine pero les puedo asegurar que
El gran dictador, es una excelente pelicula, me atrapo completamente, la historia, el humor, el sonido, la actuacion de Chaplin.
La pelicula tiene muchos momentos memorables, pero sin duda la parte que me quito el aliento fueron los ultimos 6 minutos, el discurso final, y dentro de tantas frases esta
"tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura.". Tambien lei que Chaplin expreso que cuando su personaje (el vagabundo) hablara(el hasta esta pelicula solo habia filmado peliculas "mudas") seria para decir algo importante, y asi lo cumplio. Para terminar y para los romanticos, las palabras para Hannah son geniales. Discurso “Lo siento, pero no quiero ser emperador. Eso no me va. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Me gustaría ayudar
a todo el mundo, si fuera posible: a judíos y gentiles; a negros y
blancos. Todos queremos ayudarnos mutuamente. Los seres humanos son así.
Queremos vivir para la felicidad y no para la miseria ajena. No
queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay sitio
para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos.
El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido ese
camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha
levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la
oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos
hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que
proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia
nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de
sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que
maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos
amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y
todo se perderá.
El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera
naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama
por la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Incluso
ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a
millones de hombres, mujeres
y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y
encarcela a personas inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo:
“No desesperéis”.
La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la
avaricia, la amargura de los hombres, que temen el camino del progreso
humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el
poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los
hombres mueren, la libertad no perecerá jamás.
¡Soldados! ¡No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que
os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas; diciéndoos qué hacer, qué
pensar o qué sentir! Que os obligan ha hacer la instrucción, que os mal
alimentan, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de
cañón. ¡No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos
hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina! ¡Vosotros no
sois máquinas! ¡Sois hombres! ¡Con el amor de la humanidad en vuestros
corazones! ¡No odiéis! ¡Sólo aquellos que no son amados odian, los que
no son amados y los desnaturalizados!
¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchad por la libertad!
En el capítulo diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de
Dios se halla dentro del hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de
hombres, sino de todos los hombres! ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo,
tenéis el poder, el poder de crear máquinas. ¡El poder de crear
felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que esta vida
sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por
tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos.
Lucharemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los
hombres la posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a
los ancianos seguridad.
Prometiéndoos todo esto, las bestias han subido al poder. Pero
mienten No han cumplido esa promesa. ¡Ni la cumplirán! Los dictadores se
dan libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos
para liberar el mundo, para terminar con las barreras nacionales, para
terminar con la codicia, con el odio y con la intolerancia. Luchemos por
un mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia y el progreso
lleven la felicidad a todos nosotros. ¡Soldados, en nombre de la
democracia, unámonos!
Hannah, ¿puedes oírme? Dondequiera que estés, alza los ojos. ¡Mira,
Hannah! ¡Las nubes están desapareciendo! El sol se está abriendo paso a
través de ellas. Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la
luz.¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los
hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Mira,
Hannah! ¡Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar!
¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡Alza los ojos,
Hannah! ¡Alza los ojos!”
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